Perder peso es una de los objetivos nutricionales más comunes, ya sea por temas relacionados a la salud o con fines propiamente estéticos, es necesario desarrollar un plan nutricional que no atente contra nosotros. Para ello es importante recurrir al nutricionista quién se va a encargar de desarrollar una dieta para bajar de peso saludable personalizadas según la condición y requerimiento de cada persona, todo esto previa evaluación

También tenemos que tener en cuenta que, si queremos perder peso de manera saludable, no se hará de un día para el otro, sino que es un proceso que conlleva cambios en nuestras rutinas alimentarias y de vida, por ello, el papel que juega una nutricionista para bajar de peso es muy importante.

Perder peso ayuda a mejorar tu movilidad y agilidad, en algunos casos a mejorar la autoestima y desde el punto de vista de la salud, ayuda a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como las cardiopatías, la diabetes tipo 2, hipertensión arterial, los accidentes cerebrovasculares, la infertilidad, la apnea del sueño, los tumores endocrinos o la artrosis, todas ellas, enfermedades que se agudizan conforme aumenta el nivel de obesidad.

Por ello te recomendamos los siguientes tips:

Consumir una dieta variada:

Dividir las comidas en 5 porciones:

las comidas principales del día son el desayuno, el almuerzo y la cena; sin embargo, se recomienda incluir en nuestro plan nutricional comidas en la media mañana y la media tarde. De esta manera podemos distribuir mejor la ingesta de alimentos durante el día evitando laxos de muchas horas sin ingerir algún alimento. Esto también es importante porque está comprobado que, si evitamos llegar a las horas de las comidas con hambre, no caeremos en la tentación de comer de más.

Por otro lado, es fundamental no saltarse comidas en nuestra alimentación diaria, Muchas personas creen que saltar comidas durante el día, o no cenar, los ayudará a bajar de peso; sin embargo, no solo no es así, sino que también puede llegar a ser contraproducente para la salud porque puede ocasionar daños al organismo y aunque a corto plazo puedas perder algunos gramos, estás provocando que a largo plazo tu cuerpo engorde.

Incrementar el consumo de agua:

El consumo de agua es indispensable en nuestra alimentación, ya que tiene múltiples funciones en nuestro organismo como transportar los nutrimentos hacia las células para que se nutran, eliminar del organismo las sustancias tóxicas e hidratarnos. Es necesario consumir de dos a tres litros de agua durante nuestra alimentación diaria como mínimo aun así no sintamos sed, pues esta sensación se va inhibiendo con el pasar de los años. Recuerde que los líquidos que llegan al organismo son principalmente el agua de bebida, agua de preparación de alimentos y agua de constitución.

Hacer ejercicio regularmente:

implementar la actividad física en nuestra rutina diaria es beneficiosa para nuestro organismo. El ejercicio puede ayudar a prevenir el aumento de peso excesivo o ayudar a mantener la pérdida de peso. Cuando realizas actividad física, quemas calorías. Además, el ejercicio regular ayuda a prevenir o manejar muchos problemas e inquietudes de salud. La actividad física estimula varias sustancias químicas cerebrales que pueden hacer que te sientas más feliz, más relajado, menos ansioso, también puede mejorar la fuerza muscular y aumentar la resistencia.

Existen diversas maneras de incluir la actividad física en nuestra rutina como hacer ejercicio en casa, salir a correr o caminar, acudir al gimnasio, practicar algún deporte, llevar clases de baile o aeróbicos.

Mejorar la calidad de sueño:

Además de ser un gran placer, dormir bien tiene efectos muy positivos en nuestro organismo como incrementar la creatividad haciendo que la imaginación sea más potente, sentirte y estar más sano ya que sistema inmunitario emplea el tiempo de sueño para regenerarse, ayuda a mejorar la memoria, puesto que, dormir fortalece las conexiones neuronales transformando la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo, protege el corazón, ayuda a bajar de peso, se relaciona al insomnio con la obesidad y reduce la depresión porque el cuerpo se relaja y eso facilita la producción de melanina y serotonina.